¿CÓMO SERÍA EL TUTOR IDEAL?
¿Cómo es para ti el tutor ideal? No creáis que es una pregunta fácil, porque para mi tanto el profesor como tutor ideal debe reunir una serie de requisitos para poder interactuar de manera efectiva entre alumnos, profesores, familias y otras instituciones.
Algunas de las múltiples tareas de un tutor podríamos resumirlas en:
- En relación a los alumnos: tomar información sobre los estudiantes y su entorno, realizarles un seguimiento de su evolución en las asignaturas del curso, fomentar la educación en valores o facilitarles orientación tanto académica como profesional.
- En relación a las familias: atender a los padres y madres para comunicarles la evaluación y el progreso del alumno, así como tener información acerca del contexto social y familiar e implicarles en el proceso de aprendizaje del joven.
- En relación a los profesores: compartir la información que se tenga sobre los alumnos, así como recibir y transmitir mensajes entre profesores de las asignaturas y los chic@s.
- En relación al centro y la Dirección: conocer y cumplir el PEC (Proyecto Educativo de Centro), participar en el PAT (Plan de Acción Tutorial) o informar al equipo directivo sobre el progreso o problemas planteados por los alumnos.
Es por eso que para poder llevar a cabo todas estas tareas, el tutor tiene que tener una serie de competencias profesionales y cualidades personales que considero esenciales y con igualdad de importancia entre ellas:
- Buen líder: tener la capacidad de influir en la manera de actuar de las personas para que éstas, de forma individual o en un grupo, trabajen de forma motivada y con entusiasmo hacia el logro de sus metas y objetivos. En esta acepción podemos incluir ser inspirador.
- Comunicativo: la comunicación es el vehículo esencial del proceso enseñanza – aprendizaje, por lo que un profesor debe ser buen comunicador para reforzar ese proceso, crear el interés en la materia o el tema que se está tratando y recibir la información proveniente de los alumnos. En todo proceso de comunicación es fundamental tener en mente el correcto funcionamiento de tres aspectos: la voz, la forma de comunicar y el lenguaje utilizado.
- Empático: empatizar con los alumnos, conocer sus problemas y contexto, intentar entenderlos y ponerse en su piel es indispensable para comprender su situación para poder ayudarles.
- Asertivo: un docente asertivo tiene la capacidad para expresar las necesidades, intereses, posiciones, derechos e ideas propias de maneras claras y enfáticas, pero evitando herir a los demás o hacer daño a las relaciones. Para ello es importante expresarse de forma positiva y constructiva, y en especial, en situaciones difíciles.
- Resolutivo: debe saber cómo encontrar los medios necesarios para resolver cualquier problema de los estudiantes, profesores o familias de forma rápida. Además, es importante ser resolutivo a la hora de trabajar con nuevos métodos o aplicaciones para ofrecer a sus estudiantes la formación que necesitan.
- Conciliador: o también mediador, tendrá la necesidad en algún momento de intervenir para la resolución de un conflicto siempre de manera imparcial entre las partes, ya sea entre alumnos, profesores o con las familias.
- Paciente: la evolución académica no lleva la misma velocidad en todos los alumnos. Por eso, ser paciente colabora con la estabilidad de los jóvenes, ayudándolos así a tener confianza en sí mismos y poder disfrutar del proceso aprendizaje con el ritmo que necesitan.
- Innovador: pudiendo aquí también incluir creativo, uno de los objetivo de un profesor tutor es conseguir que sus alumnos sientan interés en sus clases o en las sesiones de tutoría y se queden mejor con los conocimientos y mensajes que se transmiten, y para eso las clases tendrán que ser diferentes y dinámicas.
- Observador: es importante que el tutor sea capaz de detectar las necesidades y capacidades de cada alumno, de tal forma que puedan aplicarse posibles adaptaciones de las clases a aquellos estudiantes que tengan algún problema importante que le impida un buen desarrollo académico y personal.
- Justo: se tiene que cumplir aquello que se promete para que los alumnos confíen en el criterio del docente. Además es necesario ser capaz de evaluar sin que la subjetividad influya en la calificación que se pone a los alumnos. No olvidar que un docente justo intenta que se cumplan las normas tanto del centro como del aula para tener una buena convivencia.
Un tutor ideal no tiene solo que desarrollar los hábitos y cualidades de un buen profesor, si no que además tiene que adquirir un sentimiento de pertenencia a un grupo, que en este caso será de la clase a la que tutoriza. Centrarse en los alumnos de esa clase, preocuparse por sus problemas, hacer de nexo entre sus familias y el centro, es un papel de responsabilidad que no podemos olvidar la gran importancia que tiene. Es una función que tarde o temprano tomaremos todos los futuros docentes, por lo que cuanto antes lo asimilemos, antes podremos empezar a practicar esas competencias.
¿Qué otras cualidades añadiríais a la lista?
Me llamo Clara y soy Tauro.
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