¿ES EFICAZ LA EDUCACIÓN ESPAÑOLA?



Hoy venimos a reflexionar sobre el estado de la educación en España en un contexto globalizado. En primer lugar, es necesario hacerse algunas preguntas a uno mismo, como por ejemplo: "¿considero que la educación que he recibido es adecuada?", "¿se podría mejorar algún aspecto?", "¿recibieron nuestros padres una mejor educación?".

Para ponernos en contexto, llevamos una media de una nueva norma cada 5 años en los últimos 40 años, y no todas han supuesto un cambio revolucionario en el sistema. Así, no es difícil entender que ni los docentes ni los alumnos sean capaces de acostumbrarse a las nuevas leyes impuestas. Han pasado muchos años y lo que vemos siempre repetido es la falta de consenso entre los grandes partidos del Gobierno. A mi opinión, y por lo que escucho a mi alrededor, la mayoría de los ciudadano sí que estamos todos a una con esta lucha: la Educación junto con la Sanidad deberían ser los pilares fundamentales del país y no deberían estar politizados. Los problemas a los que nos enfrentamos es de todos y debemos buscar soluciones de la mano.

Podríamos, por ejemplo, mencionar dentro del top de los "deberes pendientes" del país la elevada tasa de abandono escolar y preguntarnos por qué está ocurriendo. Podríamos encontrar varias causas, como el incrementado número de estudiantes por clase, la prácticamente nula adaptación de las materias a los diferentes tipos de alumnos, o la falta de interés en los contenidos impartidos (ya sea por la metodología del centro o por falta de motivación del profesor, que es un tema que podríamos abordar en una entrada más adelante). El alumno no consigue sacar la asignatura adelante, repite curso, y el proceso de frustración  vuelve a empezar.

Es correcto que el último Informe PISA señala que en España nos encontramos por debajo de los niveles de los países de nuestro entorno, pero también los expertos reconocen que hay que tener presente el punto de partida de la nación hace 50 años, donde los niveles de analfabetismo eran muy elevados. Sin embargo, aunque España ha tenido una gran evolución, no hemos sido capaces de alcanzar a los vecinos. Volviendo al tema del abandono escolar, según el informe PISA (2018) un 34% de los jóvenes españoles no tienen bachillerato frente, por ejemplo, a Francia con un 14%. 

Pero ¿por qué no avanzamos en la educación? Tras leer varios artículos, coincido completamente con la idea de que es necesario una modificación en el proceso de las reformas. Ahora en España se modifica la ley y se espera que ésta acabe en algún momento cambiando las aulas. ¿No sería más inteligente comenzar también el cambio de "abajo para arriba"? Esto implica mejorar primero lo que sucede en las aulas: becas, situación de los interinos, formación y estatus del profesorado... Y sobre todo, hacer partícipes a la hora de conformar nuevas leyes tanto a docentes como a alumnos para plasmar las necesidades reales que tienen.

Llevándolo a mi conocimiento personal, estoy en la edad adulta y tengo varias asignaturas totalmente olvidadas. Las estudié de memoria en su momento, las "escupí" en el examen y hasta siempre. Y como yo, muchos de mis compañeros que no estábamos motivados con esa materia. Eché también mucho en falta que nos preparasen para trabajos en equipo, de búsqueda de información, y preparar presentaciones para hablar en público, me vi totalmente desarropada cuando tuve que enfrentarme por primera vez a eso en la vida laboral.

¿Eso es lo que queremos para los nuevos estudiantes? Las generaciones cambian, evolucionan, y quizás el aprenderse de memorieta los temas y estar copiando en el cuaderno 6 horas seguidas ya es cosa del pasado. Quizás hay que cambiar a un aprendizaje mucho más dinámico y aplicable para que exista motivación, e ir progresando la sociedad, las leyes, los docentes y los alumnos todos a la vez.

¿Vosotros qué pensáis?


Me llamo Clara y soy Tauro.

Comentarios

  1. Buen resumen del reflejo de la situación actual que vive España en cuanto a su sistema educativo. Pero como vemos año tras año, con un nuevo gobierno... una nueva ley. ¿Qué podríamos hacer como sociedad para hacerles entender que es mejor no convertir la educación en un voto más?

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